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¿Qué síntomas presenta la intolerancia a la lactosa?


intolerancia lactosa

¿Sientes dolencias estomacales, demasiados gases, o diarrea, y no tienes muy claro qué puede estar ocurriéndote? Pueden ser síntomas de intolerancia a la lactosa. Esto te ocurrirá si tomas alimentos que contienen lactosa, pero tu cuerpo no puede descomponerla adecuadamente, pues no produce suficiente lactasa. Quizás nunca hayas tenido ningún problema con la lactosa y, de un día para otro, comiences a notar estos síntomas. La intolerancia a la lactosa puede aparecer en cualquier momento.

Síntomas de la intolerancia a la lactosa

Aunque ya hemos explicado algunos de los síntomas de la intolerancia a la lactosa, no todo el mundo sufre los mismos. Todo dependerá del grado de intolerancia. Es posible que tu cuerpo no produzca nada de lactasa, por lo que cada vez que tomes algo que tenga lactosa, te sentirás molesto. Sin embargo, puede que tu intolerancia no esté tan avanzada, es decir, que todavía produzcas algo de lactasa, aunque no lo suficiente. En ese caso, ingerir lactosa en pequeñas cantidades no será muy perjudicial, pero si la ingesta es mayor podría ocasionar molestias recurrentes. 

A continuación, os presentamos los síntomas más frecuentes de la intolerancia a la lactosa:

  • Estreñimiento
  • Diarrea
  • Pérdida de peso
  • Náuseas
  • Gases
  • Dolor o hinchazón abdominal
  • Sonidos abdominales
  • Distensión abdominal
  • Fatiga

Además de los síntomas digestivos hay otros síntomas más inespecíficos que pueden estar relacionados con la intolerancia a la lactosa, como son los siguientes:

  • Fatiga
  • Depresión
  • Falta de concentración
  • Problemas cutáneos
  • Cefalea
  • Sequedad en las mucosas
  • Úlceras bucales
  • Dolor articular y muscular
  • Reacciones alérgicas

¿Qué es la intolerancia a la lactosa? ¿Cuándo sucede?

La intolerancia a la lactosa ocurre cuando el cuerpo no puede producir suficiente lactasa, que es una enzima que se encarga de descomponer la lactosa. Cuando la lactosa se descompone, se convierte en dos azucares de tamaño más pequeño, la galactosa y la glucosa. 

En el momento en que nuestro organismo no produce suficiente lactasa, la lactosa no se puede descomponer adecuadamente en el intestino delgado, por lo que cuando llega al intestino grueso, las bacterias comienzan a fermentar, lo que conlleva a que comiencen los ardores y los gases. 

Hay tres tipos de intolerancia a la lactosa. La primera de ellas se conoce como déficit primario congénito de lactasa. Es heredada, y supone que desde los primeros días de vida el organismo no produce lactasa. En segundo lugar, nos encontramos con el déficit secundario de lactasa, que ocurre cuando debido a alguna enfermedad, de forma temporal se deja de producir lactasa. Por último, nos encontramos con el déficit más común, conocido como déficit primario adquirido de lactasa. En este tipo, desde el nacimiento se tienen buenos niveles de lactasa, pero a medida que se va creciendo, van disminuyendo los niveles, llegando a la edad adulta con niveles muy bajos, lo cual se convierte en intolerancia a la lactosa. Esto es más común de lo que pensamos, ocurriendo en uno de cada tres adultos.

¿Cuál es el tratamiento para la intolerancia a la lactosa?

Antes de conocer cuál es el tratamiento de la intolerancia a la lactosa, es necesario saber si realmente eres intolerante a la lactosa. Para ello puedes realizarte un test de intolerancia lactosa. Esta prueba es bastante fiable y efectiva. Consiste en tomar una muestra de sangre para buscar la presencia de glucosa. La glucosa aparece cuando se descompone la lactosa. Es necesario realizar varias extracciones de sangre antes y después de beber un líquido que contiene lactosa. 

Una vez que ya se conocen los resultados de la prueba, y se confirma la intolerancia, el médico pondrá el tratamiento que considere más efectivo.

Dependiendo del grado de intolerancia, quizás prohíba la lactosa por completo, aunque si la intolerancia no es demasiado elevada, puede que limite la ingesta de lácteos. Además, también es posible que necesites consumir alimentos con bajos niveles de lactosa o que le debas agregar a la leche un producto para descomponer la lactosa.

¿Qué dieta debe llevar una persona intolerante a la lactosa?

La dieta que debe llevar una persona que es intolerante a la lactosa, como ya hemos explicado, va a depender del grado de intolerancia que sufra, y siempre, será un médico el que la pautará. Lo más común es eliminar la lactosa de la dieta en primer lugar, y cuando el cuerpo se haya regulado, ir introduciéndola poco a poco, para saber qué cantidad puede soportar tu organismo. 

La intolerancia a la lactosa puede ser temporal, de ahí la importancia de que cuando tu cuerpo esté trabajando correctamente y tu médico lo considere oportuno, comenzar a ingerirla de nuevo en muy pequeñas cantidades. 

Por último, es muy importante que, si no eres intolerante a la lactosa, no tomes productos sin lactosa porque creas que son más sanos, ya que, en ese caso, tu cuerpo dejará de producir lactasa, y podrás adquirir una intolerancia que antes no tenías. 



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